sábado, 30 de enero de 2010

ÍNTIMO

No es fácil ser quién soy, todos dicen conocerme, entenderme, escucharme y demás. Es una pesada carga saber que siempre hablan de mí porque siento que tengo que justificar mis actos todo el tiempo: si soy bueno, malo, sensible, insensible, si estoy acá o allá…en fin, es como que mi vida estuviese atada a la opinión de los demás, y eso hace mi existencia bastante dura.

Lo que más duele es que digan que actúo sin pensar, reconozco que es difícil no dejarse llevar por los impulsos pero aunque no se note a veces, siempre pienso mis actos, ¿Cómo ganarle a mi mente?, ¿Cómo escapar de su dominio?, Es difícil pero soy honesto: de vez en cuando hago trampas para ser yo mismo y disfrutarme un poco más; eso es lo maravilloso que tiene la vida, disfrutarse uno, darse el gusto de vivir.

Obviamente sé que no soy eterno, por más que me digan que siempre se me va a recordar cuando me aleje de este mundo y de este cuerpo ya no voy a estar y la presencia –al menos eso pienso- no se compara con el recuerdo por mas vivo que se lo mantengan. Creo que es importante que retome lo dicho hace instantes: “pienso”, aunque suene extraño pienso y bastante y es lo que me mantiene vivo, tengo como todos, mis arranques de locura en donde voy tan rápido en mis acciones que me da miedo que de repente me pare para siempre, que mi cuerpo diga -¡Basta!, hasta acá llegaste- Sólo entonces sabré que sobrepasé mi límite pero va a ser demasiado tarde para volver por más que mil manos intentes ayudarme, lamentablemente puedo sobreponerme a las cosas más terribles que me puedan pasar, pero a la muerte……

Por eso digo que hay que disfrutar al máximo los buenos momentos, y tratar de entregarse por completo al sentimiento más maravilloso que tiene la vida: el amor. Cuando llega…..ya hablo de él y me transformo, te golpea con su llegada y te cambia la vida, te cura, te sana, te alimenta y por sobre todas las cosas nos hace entender el porqué estamos en este mundo, ya que según escuché “cuando doy amor soy el más hermoso ser del planeta”, que doy amor como nadie puede hacerlo aunque esto que digo hace parecerme poco humilde, pero repito: no lo digo yo, lo dicen todos.

El problema es cuando el amor se convierte en algo pasajero, efímero, fugaz. Siento que muero de a poco y que la sangre no fluye, se estanca, como si estuviera pensando si vale la pena correr velozmente por todo mi cuerpo para mantener a alguien sin vida, por qué para mí no hay vida sin amor, su falta me provoca un vacío me provoca melancolía ¿Se la puede comparar con la agonía? ¿La melancolía no es acaso la agonía del alma?. Podría leer millones de poesías y libros sobre cómo sobrevivir al desamor, pero la solución mágica no existe, tendré que conformarme con el paso del tiempo, dicen que todo lo cura, pero pocos dicen que también deja marcas que hacen que a uno esos sinsabores de la vida le duelan y aunque llegue un nuevo amor, el anterior sigue en uno, marcado a fuego, porque siempre tengo lugar para el amor aunque repita por enésima vez ante el fracaso -ya no más, ya basta, me canse, el amor se cerró para mi- un hueco siempre se abre para dar lugar a la luz aún en las tinieblas más profundas, cuando parece que ya nada tiene solución……Aparece esa “llave” que nos proporciona el deseo de vivir y de volver a amar, porque somos humanos y porque la vida es un continuo experimento: ensayo y error, todo el tiempo, depende cual prevalezca, así será el resultado de nuestra vida: no importa cuantas veces te equivoques, importa la cantidad de veces que estés dispuesto a intentarlo una vez más.
Volviendo al tema de que todos dicen conocerme… lo peor no es eso, ¡lo peor es que he encontrado cosas escritas sobre mí! ¿Tienen derecho a hacerlo? ¿Si se equivocan? Sé que me pedirán disculpas pero……duele y mucho porque no me consultan para escribir sobre mí. Millones de interpretaciones, palabreríos y libros y canciones…. ¡canciones!

Esto ya es demasiado, nunca pensé que iba a ser tan importante, soy simplemente alguien que respira, que se emociona, que trabaja, que estudia, que ríe, que llora, que se expresa ¡Soy como todos ustedes! ¿Por qué tanta dedicación hacia mí? ¿Qué hace que sea tan especial?.

Debo confesar que disfruto que me quieran tanto, pero como dije al principio no es fácil ser quién soy, es más, pienso que hasta después de muerto seguirán hablando y escribiendo de mí. Al fin y al cabo me hacen sentir que soy el centro del mundo, y me parece que no es para tanto. ¡Ni me quiero imaginar a los que piensan que soy inmortal…! Uno tiene un cuerpo y eso es lo que hace que no sea lo que dicen que soy. Claro, para todos es fácil decirme cosas, pero yo les “prestaría” mi lugar si pudiera, pero no puedo, así sentirán en carne propia lo que es que te hagan responsable de todo, y toda la presión que eso significa.

No quiero parecer un mártir bíblico porque no lo soy, sé que esta es mi función y la cumplo con agrado, ya que disfruto más de lo que sufro por ejercerla, aunque seguro alguien estará pensando lo contrario, pero no voy a discutir sobre cada uno de ustedes, no soy quién para hacerlo.

Si les hago bien disfrútenme, de lo contrario, compréndanme. Soy como ustedes: con virtudes y defectos y trato de hacer las cosas lo mejor posible, pero no siempre esperen todo de mí, aunque sé que es normal que lo hagan, sería reconfortante que me ayudaran más, que me acompañaran, que me escucharan abiertamente.

Porque hay algo demasiado importante que tengo para decir y no quiero olvidarlo: yo les debo mi vida y no viceversa como todo el mundo cree, yo estoy por y para ustedes siempre les voy a brindar todo lo que esté a mi alcance si me tratan bien, eso es lo único que pido, creo que no es difícil de cumplir, sigan queriéndome y cuidándome como siempre así podré estar más tiempo con ustedes.

Debo irme, el trabajo me espera, cada segundo es vital, no puedo distraerme, ya que una distracción o paso en falso sería peligroso…

Desde mi ser: el corazón….¡Gracias!

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