sábado, 30 de enero de 2010

COREOGRAFÍA

El poder avanza, majestuoso, resplandeciente de sentirse impune, observando a los demás con soberbia, con altura, obligando a agachar la cabeza y dar gracias por el sometimiento. Camina, devastando a cada paso lo que encuentra: miradas, gestos, paisajes. Todo es devorado por la belleza imponente de dominar, todo alimenta ese círculo de poder que se agranda sin importar los límites.

Ahí está ella, quiere levantarse, quiere renacer, no soporta los golpes, los mortales golpes, se desgarra en llanto, sueña con lo que siempre ambicionó, un ser vital, armónico, orgullosa de que disfruten de ella, que disfruten vivirla, habitarla, respetarla y lo más importante: que la recuerden.

Pero no, no puede, él sigue su camino, lo quiere abarcar todo, continúa ganando adeptos gracias a su seducción. Los aliados de ella, esos que le dan vida, se le han vuelto en su contra, aplastándola cada vez más hasta hacerla agonizar.

Seguirá luchando a pesar de todo para que ella pueda resurgir y dejar de ser esa muñeca a la que usan indiscriminadamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario